energia-frio

Estamos en invierno, y en esta época del año la factura de la luz aumenta considerablemente, especialmente por el uso de la calefacción y por las subidas en el precio de la electricidad que hemos estado sufriendo estas semanas. Este gasto, unido a los demás que conllevan estas fechas, puede hacer que nos veamos en una situación desagradable. Por ello hemos elaborado una lista de consejos aplicados a cada una de las partes de la casa para ayudarte a realizar un consumo responsable y poder así, ahorrar energía este invierno:

  1. Calefacción: La principal diferencia entre el consumo energético en los meses de invierno y el resto del año es el uso de la calefacción, ya sea de gas o eléctrica, y es donde debemos prestar más atención para evitar gastos innecesarios que supongan un coste más elevado que el que podríamos tener.
    Es muy importante mantener una temperatura estable en nuestra casa en lugar de estar encendiendo y apagando la calefacción, ya que cada vez que la activamos se genera un gasto mayor. Eso sí, es recomendable mantenerla apagada por la noche o cuando no estamos.
    En el caso de que nuestra calefacción funcione por radiadores, es necesario purgarlos (eliminar el aire que contienen) al menos una vez al año, o nos veremos obligados a subir la potencia de estos.
  2. Ventanas y puertas: Controlar la calefacción no sirve de mucho si nuestra casa no está aislada completamente del exterior, por lo que es necesario sellar puertas y ventanas de una manera eficaz para evitar cualquier posible fuga.
    Para aislar perfectamente las ventanas es recomendable utilizar sistemas de doble cristal, y enmarcarlas con material aislante en la parte interna y externa utilizando, por ejemplo, carpintería de rotura de puente térmico. La mejor opción para aislar las puertas que conecten con el exterior son los burletes, que son unas pequeñas tiras adhesivas de material aislante.
  3. Suelo: Ya que el calor, además de por puertas y ventanas, puede “escaparse” a través del suelo, te recomendamos que cubras toda la superficie que puedas con alfombras. Además quedará más bonito.
  4. Lámparas: En el caso de que aún utilices bombillas incandescentes, sustitúyelas por unas de bajo consumo.
  5. Electrodomésticos: Son los aparatos que más electricidad consumen, especialmente si son antiguos o de baja categoría. Nosotros te recomendamos que sustituyas tus viejos electrodomésticos por unos de alta categoría, ya que, aunque conlleven un desembolso importante en el momento, pueden suponer un ahorro de hasta el 50% en electricidad. Hay que prestar especial atención al frigorífico, regulando su temperatura alrededor de los 5 grados y limpiándolo de escarcha en el interior y de polvo en el exterior.
  6. Otros aparatos: La mala costumbre de dejar conectados aparatos que no estamos usando puede suponer el 10% de nuestra factura de la luz. Este fenómeno se conoce como consumo fantasma, y es importante evitarlo desconectando todos los aparatos cuando terminemos de utilizarlos.