renovables

El pasado 30 de noviembre de 2016, la Comisión Europea anunció el Paquete de Energía Limpia, un catálogo de propuestas legislativas, entre las que se encuentran un borrador de la Directiva de Energías Renovables, que se centra en tres objetivos principales: La innovación, las energías renovables y los derechos del consumidor.

El punto más importante presentado por la Comisión respecto al uso de la energía en los próximos años es conseguir que en 2030 el consumo de energía se vea reducido un 30% y cumplir así con el Acuerdo de París firmado un año antes.

Estos planes contemplarán nuevos incentivos a los diseños innovadores y al desarrollo de medidas de consumo inteligente, además de impulsar las energías renovables y permitir a los consumidores la venta de esta energía, aumentando la participación de la ciudadanía en este sector.

Las empresas proveedoras de energía deberán ahorrar el 1,5 por ciento cada año entre 2021 y 2030. Además, se facilitará a los consumidores una herramienta fiable de comparación de los distintos precios del mercado en forma de portal web.

La Comisión se ha reafirmado en su objetivo de alcanzar al menos el 27% de energías renovables para 2030, incluyendo el 50% de la producción total de energía.

Otro objetivo del plan es incitar a los consumidores individuales y grupos comunitarios a producir su propia energía, aunque habrá un límite dependiendo del tamaño de la comunidad o si es un consumidor individual.
Para complementar los planes energéticos se ha lanzado una nueva iniciativa de edificación inteligente, que permite a los estados miembros la utilización de 10 billones adicionales en fondos públicos y privados hasta 2020, centrados en la renovación de edificios antiguos. Actualmente el sector de la construcción supone el 40 por ciento del consumo de energía en Europa, por lo que la eficiencia en la construcción de edificios es crucial para conseguir las reducciones necesarias.

En nuestra opinión es una gran noticia, especialmente que se den facilidades a los consumidores individuales que quieran generar su propia energía y posteriormente venderla. Pero aún queda mucho por hacer hasta que las energías renovables sustituyan a las provenientes de combustibles fósiles, de las que se ha demostrado recientemente que son menos rentables, aparte del tremendo daño que causan a nuestro planeta.

Todas estas propuestas necesitan ahora ser aprobadas por los estados miembros del Parlamento Europeo antes de ser llevadas a cabo.